La contaminación, un tema de nunca acabar seguirá hasta que no se tome conciencia de todos los daños que este problema nos causa, en esta ocasiones nos referimos específicamente a la contaminación en las aguas, las aguas de la cuidad de Chimbote.
Chimbote es una ciudad contaminada, tanto en su suelo, su aire y sobre todo su agua. La contaminación en sus aguas se debe a los desechos que las fábricas tiran al mar, ayudados además por muchas personas inconcientes que botan basura al agua.
Cuando uno pasa por la Ciudad de Chimbote lo primero que siente es el olor de la harina de pescado, y se dice que cuando esta ciudad huele feo es porque hay plata y por ende trabajo para más personas, sin embargo la contaminación del aire no es el único problema, ya que una pregunta clave a toda la contaminación es hacia dónde van todos los desechos que producen las fábricas, la desagradable respuesta es al mar.
El Ex – Hotel de Turistas, hoy llamado Gran Chimú, es la muestra más evidente del esplendor de ayer y la decadencia de hoy de la bahía del Ferrol. Los turistas ya no llegan. Las habitaciones de este enorme complejo, ubicado frente al mar, que alguna vez recibieron a cientos de visitantes, salvo algunas cortas temporadas, lucen vacías.
En una entrevista a la directora de la ONG Local Natura, María Elena Foronda, sostiene que a pesar de que algunas empresas han reducido los contaminantes, las amenazas para el ecosistema persisten. Al tercer día de levantada la veda, todas las conchas de abanico que se desarrollan en la Isla Blanca, se murieron y un día antes cientos de peces se vararon, explicó.
¿Cómo era Chimbote? Para los visitantes era una ciudad hedionda, que provocaba desde el segundo día escozor en los ojos y sus habitantes permanentes estaban bajo amenaza de males respiratorios, asma, alergias. El aire contaminado era muy peligroso para los menores de cinco años y los ancianos.
¿Por qué tanta contaminación por parte de las fábricas de harina de pescado? La producción es casi primitiva, el pescado es conducido en miles de toneladas a las plantas que lo trituran, es sometido a hornos para desecarlo, molido para convertirlo en harina y finalmente ensacado para exportarlo como alimento de aves y ganado.
En todas las fases de ese proceso se produce una intensa contaminación del aire y de las aguas del mar. ¿Qué pasaba con las aguas del mar? Las 27 fábricas instaladas en Chimbote vertían diariamente al mar un millón de toneladas métricas de agua con sangre y restos de pescado, que se descomponían en las aguas costeras dejándolas sin oxígeno, lo que destruyó las especies biológicas del litoral.
¿Qué acogida obtuvo su organización Natura entre los empresarios? Excelente. Ocho de las 27 plantas que existen en Chimbote, incluyendo a la más importante, han renovado sus equipos y ya utilizan tecnología limpia.
Es muy importante que la gente sea conciencia de la contaminación que produce. Y que no solo afecta nuestra ciudad, ni a nuestro país sino al mundo entero, y recordando una frase: “Cuando el último árbol haya sido abatido, cuando el último río haya sido envenenado, cuando el último pez haya sido pescado, sólo entonces nos daremos cuenta de que no se puede comer el dinero.” El cambio esta en nosotros.
(Lisbeth Vera Jaramillo)
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