domingo, 1 de noviembre de 2009

¿TENEMOS CALIDAD DE VIDA HOY, LOS PERUANOS?

Una cuestión fundamental que aqueja nuestra ciudad es la ausencia de una conciencia y cultura ambiental. La falta de una comprensión en las diversas generaciones o de los límites del entorno y de las posibilidades de uso racional de los recursos, son tan sólo un mínimo rasgo de los factores que generan actitudes absolutamente contradictorias y que pueden encontrarse frecuentemente en la capital.

Por otro lado tenemos problemas ambientales vinculados a la contaminación, como el agua, en el cauce de nuestros ríos y zonas costeras que son, en muchos casos, colectores de residuos domésticos e industriales; y los suelos y aires en las zonas rurales y urbanas, como en la mayoría de distritos de Lima Metropolitana, que muestran amenazantes índices de contaminación.

Es tarea primordial participar en el cuidado del medio ambiente; la tierra es de todos los seres vivos que habitan en ella y de las futuras generaciones. La sociedad tiene que cambiar sus estilos de vida porque son ellos los que están generando grandes cambios que contribuyen al calentamiento global, situación que augura grandes niveles de repercusiones negativas tanto para nuestro país como para el mundo entero.

Los ciudadanos presentamos una deficiente cultura ambiental, tal y como se observa a diario en las calles de la ciudad: los desperdicios sólidos regados a cada paso, las áreas verdes destruidas por personas de todas las edades, los gases generados por la presencia de un parque automotor deficiente, las autoridades que no aplican políticas medioambientales que favorezcan al medio ambiente y la población en general.

Lima, La Olorosa. Existe un grave problema que está frente a las narices de los vecinos de la capital, pero a las autoridades parece faltarles olfato para enfrentarlo. Nuestra Lima carece hoy de un sistema metropolitano integrado de gestión de la basura, aún cuando por ley (27314) está obligada a implementarlo en coordinación con las municipalidades distritales.

Esta es la causa principal de la inadecuada recolección y disposición de la basura, pues en el actual modelo de recojo de los desechos, cada distrito hace lo que puede o lo que cree oportuno con este servicio. La falta de equipamiento adecuado, limitada supervisión y control de los operadores y la cultura del no pago de los vecinos, de arbitrios en los que figura el pago por concepto de limpieza municipal han posibilitado el auge de botaderos informales en la ciudad.

En agosto del año 2006 Lima generaba diariamente unas 6750 toneladas de basura, es decir, cada limeño produce al día 0.85 kilogramos de desechos. El destino final de esta producción deberían ser los cinco rellenos sanitarios autorizados: Casren, Zapallal, Portillo Grande, Huaycoloro y La Cucaracha.

Sin embargo somos mudos testigos de los montículos de desperdicios que circundan en los alrededores, caso de la zona conocida como “La Parada”, es decir, el Mercado Mayorista Jorge Chávez, en el Agustino, donde la nauseabunda pestilencia cala no solamente el olfato de las personas que a diario deben circular por dicho lugar, sino que laceran la salud de los residentes en el lugar.

Otros de los lugares que se ven afectados son las ribieras de los ríos Rímac y Chillón que presentan un alarmante estado de contaminación, hecho que no es producido actualmente sino que arrastramos desde hace muchos años y que las autoridades poco o nada hacen para solucionar tan lamentable problema.

¿Qué estamos esperando para tomar conciencia del terrible daño que nosotros mismos causamos a nuestro medio ambiente? ¿Existe siquiera una mínima aproximación a una concientización para implantar una cultura ambiental? ¿Son las entidades gubernamentales las que tienen que poner en marcha un Plan Ambiental en una Lima cada vez más centralizada? O acaso, solo requerimos del aporte ciudadano.

*Los especialistas del Conam (Consejo Nacional del Medio Ambiente) calculan que en unos diez años los cinco rellenos sanitarios de Lima habrán agotado su capacidad. Si al año se producen unas dos millones de toneladas, quiere decir que estamos a 20 millones de toneladas del colapso. ¿Qué alternativas hay para frenar este problema?

El Conam planteó dos: (1) incentivar la cultura del reciclaje en la población y (2) empezar a buscar otros puntos adecuados para instalar nuevos rellenos sanitarios. La Ley General de Residuos Sólidos obliga a los concejos provinciales a elaborar su Plan Integral de Gestión Ambiental de Residuos Sólidos (Pigar).

De otro lado, la contaminación del aire no debería exceder las 150 partículas de dióxido de azufre por millón, de acuerdo con el estándar de Calidad Ambiental, pero en algunos puntos de la ciudad, como la avenida Abancay, esta cifra alcanza el doble.

En este aspecto, el Conam ha hecho ver la gravedad de la situación. Según un estudio de esta institución, en el 2005 fallecieron seis mil personas, víctimas de la mala calidad del aire. Los problemas que causa la contaminación representaron para el Estado un gasto de 557 millones de soles en el año 2000. (*Extracto de informe del boletín electrónico Suyay, de la Universidad del Pacífico, en 2006).

(Elizabeth Chumpitaz Caraza)

No hay comentarios: